lunes, 7 de septiembre de 2015

Nunca hubo fin

Y esa vez que decidiste ser tú, cuando todo y más nunca fue, cuando decidiste...nunca hubo fin, y aún las caricias de tus susurros te abrazaron en tu promesa, en la leve sonrisa de tus fuerzas, en lo cálido de una mirada y así...nunca hubo fin. Punto y aparte, descalzo y libre sigues el ritmo de tus pasos, de los miles de caminos que elegiste, de tu error, de tu corazón; sigues firme en lo mas alto, en lo mas terrenal y nunca hubo fin. Mucho mas allá, la ilusión de la realidad, observas y contemplas lo que alguna vez será, lo que alguna vez es y siempre estará, justo donde estás, respiras, y así decidiste...que nunca hubiera fin.